domingo, 27 de marzo de 2011

6. MÉTODOS DE ENSEÑANZA


El método de enseñanza mutua

El gran tamaño del cuarto, las largas bancas y mesas para diez alumnos, alineadas en fila una tras otra frente  a la plataforma del maestro. Al observar el desarrollo de la enseñanza notaria que los alumnos eran mucho más activos que en el sistema anterior, aunque predominan, como siempre, el orden y la disciplina. Todos los niños estudiaban en el mismo cuarto.

El maestro instruía a los alumnos más avanzados media hora antes de empezar el día escolar y ellos, a su vez, eran los instructores también llamado monitor de cada grupo de diez niños. Cada acto del niño se hace como consecuencias de una orden de su instructor.

Una característica del método lancasteriano era el horario estricto de la enseñanza. Después de una hora de escritura era tiempo para hacer una evolución, para iniciar la clase de lectura.

Cada mes el maestro asignaba a los alumnos a las clases de lectura, aritmética, escritura y doctrina, después de examinarlos.
Para corregir a los niños inquietos pero listos se recomendaba la medida de nombrarle instructor y canalizar su energía.

La memorizaron seguía siendo importante y la obediencia, silencio y orden las actitudes promovidas en los niños.
Las escuelas tenían dos cuartos, uno para los de leer y otro para los de escribir. Los alumnos aprendían la lectura primero y meses. O años después, de acuerdo con sus progresos, pasaban a recibir instrucción en la escritura.

 En la sala de lectura el preceptor dirigía el deletreo de las letras del alfabeto que estaba impreso en unos carteles grandes, colgados al frente del salón. Después de saber las letras individuales, se combinaban en las cuatrocientas silabas, luego se formaban palabras usando el método deletreo.

Al ser promovido a la clase de escritura, el alumno se encontraba en un cuarto más agradable, amueblado con mesas y bancas y con algunas pinturas o grabados colgados en las paredes, al lado de lemas que copiaban los niños en sus planes, se usaban estilos caligráficos llamados  redondillo y bastardo.

En las escuelas particulares se enseñaban las reglas de gramática y ortografía.
El logro más importante del niño era recibir de mano del maestro papel fino, sin líneas pautadas, y copiar lemas para los certámenes públicos. Estas planas, de tema pedagógico o moral  indican algo del pensamiento de la época.

Se incluyo la idea de enseñar a los niños de sus derechos y obligaciones con relación al Gobierno.
La característica de toda la enseñanza de esta época era la insistencia en la memorización. En el mejor de los casos, el maestro pudo explicar los términos para que los niños entendieran lo que recitaban, pero generalmente esto no fue posible por la falta de tiempo o por el número de alumnos.
No se promovían preguntas, actividad física o inquietudes. Más bien se opinaban que las virtudes que principalmente debe tener un niño, a más de las cristianas y morales, son la aplicación, la docilidad, la obediencia y el respeto a sus superiores.

La pereza, obstinación, desobediencia y voluntad se castigaban con gran variedad de modos y aparatos. La admonición verbal o a gritos y el hincharse con las manos en cruz, a veces con pesos en las manos, eran castigos comunes.
Al acercarse las cinco de la tarde los niños empezaban a inquietarse por la salida. Después de clase todavía habría luz suficiente para jugar con los amigos.




ELABORADO POR: N.L.23

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